En el BOE del sábado 1 de diciembre de 2012 (núm. 289) se publicó el Real Decreto 1619/2012, de 30 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento por el que se regulan las obligaciones de facturación.
Este reglamento era muy esperado pues debía transponerse al ordenamiento jurídico interno de los Estados miembros antes del 1 de enero de 2013, en virtud del mandato de la Directiva 2010/45/UE, de 13 de julio de 2010.
Este reglamento, introduce la figura de la factura simplificada (art. 4) en las operaciones inferiores a 400 euros, y además aporta las siguientes novedades:
– Garantizar la igualdad de trato entre las facturas en papel y las facturas electrónicas.(Art. 8)
– Introduce una nueva definición de factura electrónica. (Art. 9)
– Establece la obligación de los sujetos pasivos de garantizar que las facturas en papel o electrónicas reflejen la realidad de las operaciones que documentan durante toda su vigencia.
– Esta exigencia no puede suponer la imposición de nuevas cargas administrativas a los empresarios o profesionales.
– El sujeto pasivo podrá garantizar la autenticidad, integridad y legibilidad de las facturas electrónicas que expida mediante los controles de gestión usuales a su actividad empresarial o profesional. (Art. 10)
– La expedición de facturas por vía electrónica no está sometida a la utilización de una tecnología determinada.
– El sistema EDI y la firma electrónica avanzada dejan de ser obligatorias. La autenticidad del origen y la integridad del contenido podrá garantizarse por cualquier medio de prueba admitido en Derecho. (Art. 8.3)
– Permite la conservación de las facturas y otros documentos por medios electrónicos. (Art. 21)
Mediante la Disposición Derogatoria única se deroga expresamente el Reglamento por el que se derogan las obligaciones de facturación, aprobadas por el Real Decreto 1496/2003, de 28 de noviembre, así como el artículo 3 y la disposición transitoria única de este mismo real decreto .
Entrará en vigor el 1 de enero de 2013.
