La Comisión Europea ha publicado unas directrices detalladas sobre la definición de sistemas de inteligencia artificial (IA) para facilitar la aplicación del Reglamento de Inteligencia Artificial (AI Act). Estas directrices tienen como objetivo ayudar a los proveedores y otras partes interesadas a determinar si un sistema de software constituye un sistema de IA según la definición establecida en el AI Act.
Elementos clave de la definición de un sistema de Inteligencia Artificial
- Sistema basado en máquinas: Los sistemas de IA son desarrollados y funcionan con máquinas, incluyendo componentes de hardware y software. Esto incluye desde sistemas de computación tradicionales hasta sistemas emergentes como la computación cuántica.
- Autonomía: Los sistemas de IA están diseñados para operar con distintos niveles de autonomía, es decir, con algún grado de independencia de acción respecto a la intervención humana. Esto excluye sistemas que operan exclusivamente con control manual.
- Adaptabilidad: Los sistemas de IA pueden mostrar capacidades de autoaprendizaje después del despliegue, permitiendo que el comportamiento del sistema cambie mientras está en uso. Esta adaptabilidad no es un requisito indispensable para todos los sistemas de IA.
- Objetivos del sistema de IA: Los sistemas de IA están diseñados para operar según uno o más objetivos, que pueden ser explícitos o implícitos. Los objetivos explícitos son directamente codificados por los desarrolladores, mientras que los objetivos implícitos pueden deducirse del comportamiento del sistema.
- Inferencia para generar resultados: Un sistema de IA debe ser capaz de inferir, a partir de los datos de entrada, cómo generar resultados como predicciones, contenidos, recomendaciones o decisiones. Esta capacidad de inferencia es una característica clave que distingue a los sistemas de IA de otros tipos de sistemas.
- Resultados que pueden influir en entornos físicos o virtuales: Los sistemas de IA generan resultados que pueden influir tanto en entornos físicos como virtuales. Esto incluye desde predicciones y recomendaciones hasta la generación de contenidos y decisiones automatizadas.
La definición de un sistema de IA según AI Act es amplia y flexible para acomodar los rápidos desarrollos tecnológicos en este campo. No todos los sistemas de software se consideran sistemas de IA; sólo aquellos que cumplen con los siete elementos clave mencionados. Estas directrices no son vinculantes, pero proporcionan una guía importante para la interpretación y aplicación de la AI Act.